viernes, 29 de enero de 2010

Trabajando...

De vuelta en santa cruz, después de un mes de vacaciones en España, cuesta adaptarse a la realidad, a la de allá, a la de acá
pero ya estoy aquí, y no queda tiempo para ese proceso de adaptación, porque salir a la calle de nuevo es encontrarse con esa realidad diaria, como si el tiempo no pasara, las cosas cambian, los acontecimientos ajenos al reloj vienen y van, para volver otra vez al principio, igual, pero diferentes... una gente diferente, un espacio lleno de vida debajo de un manto fúnebre y sucio que se respira en la cuidad... todo es diferente, nada a cambiado...
salimos a la calle, caminamos por la cuidad, camino,con la cabeza agachada para evitar encontrar la mirada con gente desconocida, recorro un mercado improvisado con  puestos mugrientos de verduras  y frutas de todos los colores, otros puestos con objetos y formas de toda clase. Camino, con mi pelo claro y despeinado, mis ojos azules, mi aspecto de niña, inocente... sobresaliendo entre mujeres y hombres salvajes que me miran como a un caramelo o con la curiosidad con la que se desenvuelve un regalo. Conozco esta sensación, y por más que intento deshacerme de ella, se que me  pertenece....
Salimos a la calle llenos de vida, de fuerza, buscamos a los chicos, vamos a los lugares de siempre, el chiriguano, el canal donde siempre están, en el mismo lugar donde nos despedimos de ellos para ir de vacaciones, hasta el año que viene,nos dijimos, y aunque parezca mucho tiempo, solo es un mes...
pero no están, el canal esta cerrado con rejas de fierro, gruesas, rejas para que no entren y no salgan si estaban dentro, mediadas desesperadas, de gente desesperada. Los chicos, se mueven, se refugian, huyen, se esconden, pero siguen ahí.... camino nerviosa, porque no se lo que voy a encontrarme, un mes pude ser mucho, o no, nunca se sabe, con los chicos nunca se sabe.
En la búsqueda por la cuidad nos encontramos con otros niños nuevos, que acaban de salir, son vacaciones y aprovechan para sacar plata, un niño es un niño, conmueve a la gente, aunque la gente no sepa lo que significa que el niño este ahí... nos acercamos, es ese proceso de acercamiento, donde se genera la confianza de nuevo, cambian las relaciones, entre nosotros, entre ellos, entre todos En el encuentro nos miramos, nos vemos y sonreímos, recordamos los momentos vividos, y planeamos todos aquellos que quedan por vivir, planes nuevos para el año nuevo, porque habrá cambios grandes, aunque no se vean.
En el encuentro con los chicos, encuentro eso que busco, las ilusiones  muertas  vuelven a nacer,  o las ilusiones que no han nacido pero que conozco, las ilusiones que sentí, que siempre tuve... ilusiones que cada día  lanzo al aire y vuelan, porque no hay placer más grande que ir adivinando, poco a poco, el misterio de sus almas  abriéndose como una flor
Vuelvo, pero de forma diferente,con los chicos, porque ellos son los que nos han traído de vuelta, y con ellos me quedo aquí.

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